Adherencias e imágenes
(apuntes sueltos -ii-)A las imágenes, ¿se adhiere algo de la realidad? Una pregunta de este tipo es extraña. Es rara porque parte del supuesto que tenemos cierta certeza de que la realidad es percibida por nosotros. Me refiero con esto, no al problema de poder determinar claramente eso que sería la realidad; sino, a la lucha permanente que tenemos con la inquietud de nunca alcanzarla. Es por eso, tal vez, y sólo tal vez, que buscamos en la imagen esa adherencia. Queremos de alguna manera encontrar en las imágenes la adherencia de aquello que siempre se nos escapa.
Intentaré decirlo de otra manera. La realidad es siempre aquello que falta. Es ese agujero que atraviesa el sentido que pensamos tiene todo a nuestro alrededor y en nosotros mismos. La conciencia de nuestra muerte está atravesada por ese agujero.
Las primeras imágenes generadas por aparatos, la fotografía y el cine, parecían cargar con esa adherencia de realidad. Parecían hacer de la huella lumínica fijada sobre la película un registro de la realidad que por fin dejaba de tambalear y desaparecer.
Un paréntesis, por realidad no entiendo verdad. La verdad es precisamente parte de la búsqueda de aquella certeza que impida que la realidad irrumpa con sus bordes difusos. La verdad sería una suerte de encuadre, un recorte que deja en suspenso dichos bordes difusos. La verdad necesita de límites, de un campo claramente definido, aunque esto sólo pueda operar teóricamente.
“La fotografía se beneficia con una transfusión de realidad de la cosa a su reproducción”1 por la operación del aparato fotográfico que hace de la luz su modo de registro. Dicha operación provoca que la fotografía sea “en su especificidad, el resultado de una puesta en práctica del dispositivo fotográfico en su totalidad”2 . “Diríase que la Fotografía lleva siempre su referente consigo”3 . En todas estas aproximaciones siempre está, de una manera u otra, la cuestión de la adherencia de la realidad en la imagen generada por aparatos. En todas ellas está la expectativa de encontrar en dichos aparatos un encuadre definitivo de la realidad.
Fue en la fotografía y en el cine donde este modo de imaginar a las imágenes puso en juego la cuestión de encontrar la realidad adherida en la superficie. Esto no quiere decir que en las imágenes previas y posteriores no se buscara incansablemente esas partículas de realidad.
Colina, Chile
Notas
1. André Bazin.
2. Jean-Marie Schaeffer.
3. Roland Barthes